Duodeno

Atresia, estenosis, diafragma y úlceras

El cuadro clínico se reconoce desde el nacimiento en virtud de la distensión abdominal localizada en epigastrio o hemiabdomen superior, la presencia de vómito verde (como hierba molida), la ausencia de flatos o la presencia de seudoevacuaciones y de un estado general que indica la gravedad del síndrome oclusivo. Si se trata de estenosis, la clínica podrá ser representativa ya en el recién nacido o en el lactante por episodios suboclusivos de repetición.

En ocasiones no hay antecedentes de hidramnios materno ni de prematurez; las sondas a esófago y a recto para buscar permeabilidad no indican obstrucción y al niño le son proporcionadas las primeras tomas de suero glucosado; si se trata de una atresia infravateriana el vómito verdoso resulta más llamativo; de no ser así, el vómito será de apariencia gástrica. Si se trata de una estenosis con diafragma permeable (puntiforme), al ingerir sus primeras tomas alimentarias el niño experimentará náuseas y vómito de las mismas características, pero en estos casos la distensión es menor y tiende a ser más generalizada por el paso de aire al resto del intestino; tal distensión es casi epigástrica al principio; en los casos de atresia, los niños podrán manifestar ondas peristálicas espasmódicas debido a la lucha gástrica ante el obstáculo. Las evacuaciones son escasas, constituidas por restos de descamación epitelial mucosa y no tendrán las células cornificadas ingeridas por el pequeño (prueba de Farber).

El estudio imagenológico mostrará, en la placa simple, imágenes en mancuerna o de doble burbuja, una que corresponde al estómago más grande y la otra a la porción dilatada supraestenótica, menor y situada a la derecha. El resto de la cavidad abdominal no mostrará aire. En los casos de entenosis en que el niño se puede someter a estudio de tránsito esofagogastrointestinal, las imágenes radiológicas mostrarán la obstrucción duodenal de diversos grados con dilatación gástrica y duodenal supraestenótica.




Distintos tipos de atresia duodenal; a) Terminación del duodeno en una bolsa distendida y ciega, sin dilatación distal del intestino a partir del sitio de la atresia. b) Duodeno dilatado, unido al resto del intestino por un cordón fibroso. c) Puede existir un diafragma relativamente completo con sólo una pequeña perforación. d) Terminación del duodeno en bolsa de saco ciego, y el duodeno separado del resto del intestino.





Recién nacido con estenosis duodenal. Vómitos de apariencia gástrica, distensión mayor del hemiabdomen superior y evacuaciones escasas. Su frecuencia se estima en 1 x 7000 neonatos. Puede ser extrínseca o intrínseca. Las malformaciones cardíacas y la trisomía 21 ocurren en el 30%.




Atresia duodenal, signo de la "doble burbuja". Ausencia de aire en el resto de la cavidad abdominal del neonato.




Atresia duodenal completa. Bulas en mancuerna o de doble burbuja y ausencia de aire en el resto de la cavidad abdominal.




Obstruccion duodenal congénita. La atresia habitualmente es en la segunda porción. El signo clásico de la "doble burbuja" está presente. No hay aire más allá del deuodeno. El ultrasonido también es útil.




Atresia duodenal congénita por diafragma en la segunda porción. Una membrana duodenal se presenta a menudo cerca de la ampolla de Vater. Duodenostomía y resección de la membrana con cierre parietal inverso.




Diafragma duodenal. El material opaco discurría lentamente al yeyuno.




Diafragma duodenal. Este es mantenido por la pinza. Dilatación del estómago que muestra las ramas de la arteria gastroepiplóica y de la porción duodenal por encima del bloqueo.




Las pinzas mantienen la brida que provocó la estenosis duodenal.




Obstrucción duodenal parcial, congénita, por brida, de manifestación tardía en un lactante menor. Apréciese la gran distención abdominal de predominio epigástrico.




Membrana duodenal. Gran dilatación gástrica y duodenal supraestenótica.




Oclusión duodenal por bridas sin malrotación intestinal y con abertura del arco duodenal.




Nicho ulceroso. 2ª Duodeno. También existen antecedentes del síndrome "CH-L-S" (chile, limón, sal) comunes en nuestro pueblo; pero en este niño muy aprensivo existían también problemas de su alma.




Nicho ulceroso en segunda porción del duodeno, semioculto por una roseta inflamatoria circunvecina.