Porque estudiar farmacéutico

¿Porque estudiar para farmacéutico?

 

En México y en el mundo la fabricación y venta de medicamentos esta sujeta a enormes intereses económicos, generados por la gran necesidad que tiene la gente de comprar y consumir fármacos que le ayudarán a controlar algunos procesos bioquímicos de su cuerpo o producir un efecto para controlar una función biológica, en otras palabras para mantener o recuperar su salud.

Mucho se sabe de las substancias que usamos como medicamento, una buena parte de los 40,000 medicamentos que se tenían registrados en 2003 han salido del mercado por los efectos acumulados y los estudios a largo plazo que demuestran su baja eficacia o seguridad; actualmente se comercializan un poco mas de 6,000 medicamentos, esto fortalece la demanda de profesionales para hacer investigaciones y tecnología en farmacia. También es cierto que las técnicas para estudiar los componentes moleculares de un medicamento son hoy mas finas y efectivas que las que se usaban hace 20 años, por eso también la precisión del estudio saca del mercado a productos imperfectos o con eficacia no demostrable.

Nuestro país tiene un complejo sistema de leyes y normas que se definieron parcialmente en el siglo pasado, y en los años recientes no hay mucha voluntad política para ajustarlas y ofrecer políticas públicas adecuadas para proteger a la población. Vemos que recientemente la COFEPRIS, posiblemente por presiones políticas mas que técnicas ha iniciado una batalla tenue sobre los medicamentos de libre acceso y los llamados medicamentos milagro.

Para la gran industria transnacional , el país no tiene recursos humanos bien capacitados, leyes laborales modernas, no ofrece incentivos fiscales y seguridad para atraer grandes inversiones, y construir una infraestructura farmacéutica, los medicamentos aquí producidos son mas caros y menos competitivos. Y por presione económicas al eliminar la obligación de los laboratorios farmacéuticos para tener una planta productora instalada como requisito para poder vender medicamentos en México, ha traido por consecuencia la importación de marcas genéricas de otros países como Canadá, India, China, USA, el costo ha mejorado levemente, pero no por el efecto directo de los gastos de operación de las plantas productoras que actualmente es mínima ya que estos laboratorios se han convertido en maquiladoras de acondicionamiento, reenvasado y etiquetado de fármacos que no se producen en el país. Son ahora importadoras y comercializadoras por lo que actualmente una gran mayoría de medicamentos OTC o Similares que se venden son importados y entre ellos hay muchos que no necesariamente son de buena calidad.

La industria farmacéutica tiene un negocio basado en la inequidad pues a pesar de que la seguridad social compra medicamentos estos tienen precios bajos pero los pacientes no se refieren a ellos como muy eficaces. Su experiencia directa les muestra que se mantiene una relación entre la calidad, eficacia del tratamiento y el precio del medicamento de patente vs el libre.

La participación del Farmacéutico está justificada por la necesidad de actuar sobre las reglas y controles que garantizan la seguridad del medicamento.

Un medicamento puede ser inseguro

i) porque contiene un principio activo cuyas reacciones adversas superan por mucho a su beneficio terapéutico;

ii) porque no se respetan los estándares de calidad de producción y manejo del fármaco o del medicamento;

iii) porque se descubren reacciones adversas no previstas inicialmente y el medicamento no se retira del mercado o no se adicionan las advertencias correspondientes oportunamente; o

iv) porque proviene de mercados no regulados o ilegales que no garantizan su seguridad y eficacia.

En segundo término, es importante prevenir los errores que se relacionan con las tres etapas del proceso de medicación: prescripción, dispensación y administración. Los errores de prescripción son causados por deficiencias en el conocimiento del paciente y su condición médica y/o del medicamento (dosis apropiadas y contraindicaciones). Los errores de dispensación pueden derivar de la confusión del nombre del fármaco, de su presentación o de su vía de administración y hacen posible una sustitución riesgosa del medicamento. Los errores de administración dependen de la calidad de las etapas previas, pero también del cuidado y la capacidad técnica de quien cuida al enfermo, o del paciente mismo, para seguir las instrucciones de dosificación, administración y almacenamiento del medicamento, apegándose al tratamiento. Hoy en día, los efectos asociados al proceso de medicación son la causa principal de daño no intencional a pacientes.

Ante la proliferación desmedida de farmacias y atendiendo recomendaciones de organismos internacionales como la OMS, el gobierno de México impulsa una norma y regulaciones para introducir lo que ahora se conoce "La Atención Farmacéutica" como la respuesta sanitaria a la necesidad social de ayudar a los pacientes para obtener el máximo beneficio de los medicamentos que consumen.

La Atención Farmacéutica es un concepto de práctica profesional en el que el paciente es el principal beneficiario de las acciones del farmacéutico.

Este concepto de Atención Farmacéutica (Pharmaceutical Care) se desarrolla a partir de los conceptos publicados por  los profesores Hepler y Strand de las Universidades de Florida y Minnesota en U.S.A. (1), en el definen claramente el problema que relaciona los medicamentos con el paciente y propone algunas estrategias dentro de ellas, la definición de lo que seria la  Atención Farmacéutica:

 "Es la provisión responsable de la farmacoterapia con el propósito de alcanzar unos resultados concretos que mejoren la calidad de vida de cada paciente".

Los efectos y resultados más importantes de la participación del farmacéutico directamente en el proceso de atención clínica y hospitalaria son:

1) curación de la enfermedad,

2) eliminación o reducción de la sintomatología del paciente,

3) interrupción o enlentecimiento del proceso patológico y

4) prevención de una enfermedad o de una sintomatología

La Licenciatura en Farmacia es la respuesta al problema de la interacción con el equipo de salud, los pacientes y los medicamentos. La actividad profesional es muy diferente al antiguo Boticario que preparaba formulas magistrales antes de la llegada de medicamentos de patente, es ahora una profesión nueva resultado a los cambios de la ley de salud, no puede ser reducida o comparada al actual "Dependiente o Despachador de medicinas".

La interacción medicamento, medico y paciente es compleja y por ello se requiere del nivel profesional entre estos dos actores,  por otro lado con los pacientes requiere de habilidades para la comunicación y educación del paciente para usar convenientemente el fármaco. De aquí  la gran necesidad de contar con un farmacéutico para tomar mejores decisiones, más seguras.  Los médicos deberán reconocer que el farmacéutico es su mejor aliado en las acciones terapéuticas pues los resultados fatales son cada vez mas frecuentes.

En nuestra universidad esta carrera tiene también dos salidas terminales, la orientación en Bioquímica Clínica y el Diseño y Producción farmacéutica.

La primera es una especialidad que va mas allá de los tradicionales exámenes de laboratorio, es ahora una actividad científica-clínica, muy ligada a los nuevos conceptos de la química molecular y la genómica. En este enfoque se manejan nuevas pruebas a diseño que permiten reconocer interacciones moleculares finas, con alta precisión para el diagnóstico molecular complejo o el control terapéutico. Estos profesionales tienen un manejo instrumental sofisticado y poseen habilidades para el pensamiento abstracto. También usan  técnicas para manejar  animales, tejidos o bacterias para obtener o probar resultados lo que requiere de una habilidad manual especial. Está capacitado para usar técnicas manuales o el manejo de maquinas automáticas para exámenes diagnósticos en grandes volúmenes.

El farmacéutico especialista en el diseño o producción farmacéutica, es un profesional ligado a procedimientos industriales para la fabricación de medicamentos, sus habilidades están ligadas a la ingeniería industrial con dominio de la química y las matemáticas para manejar dimensiones que van desde una molécula, hasta miles de toneladas de producto. Hay varios procesos de seguridad industrial y administrativa necesarios para la producción masiva, este profesional supervisa al equipo encargado de la fabricación y efectúa los controles de calidad necesarios para garantizar la seguridad del medicamento. También participa en el diseño de los medicamentos, haciéndolos menos desagradables y mas asimilables, mas estables, mas efectivos. Pero una de las funciones que ahora requiere la industria es la farmacovigilancia que trata de los efectos de los medicamentos en los humanos,  animales y el ambiente. Requiere de profundo conocimiento de las leyes, reglamentos y normas internacionales para la investigación, desarrollo, comercialización de los medicamentos. Es un profesional con sólido liderazgo, conocimiento ético y  responsabilidad social.

Otros factores que justifican el cambio hacia la formación de farmacéuticos.

De acuerdo con datos de la Organización de Comercio y Desarrollo Económico (OCDE, 2007)

  • Gasto en medicamentos
  • En el 2003, 21% del gasto total en salud en México fue para medicamentos.
  •  88% del gasto en medicamentos fue gasto de bolsillo por parte de los consumidores. En comparación en Corea - un país con nivel de desarrollo semejante a México - solamente 57% del gasto en medicamentos fue gasto de bolsillo).
  • En el 2004, México solamente gastó US$138 per cápita en medicamentos, mientras que en Corea, el gasto fue de US$315.
  • Precios de medicamentos
  • Desde 1985, los precios de los medicamentos crecieron tres veces más que el índice nacional de precios al consumidor en México.
  • Un estudio del índice de precio de medicamentos en 1999 normalizado de acuerdo al ingreso en nueve países muestra que, con el mismo salario, se puede comprar en promedio seis veces más medicamentos en Estados Unidos que en México.
  • El acceso a los medicamentos
  • Datos de la Encuesta en Salud y Nutrición de 2006 muestran que, en promedio nacional, 36% de los usuarios de los servicios de salud no recibieron algunos o todos sus medicamentos prescritos en el lugar de atención. En promedio, 49% de los usuarios de los servicios públicos reportaron que pagaron por los medicamentos recetados.

Los antibióticos

Los antibióticos son los medicamentos que más consumimos en México, después de los medicamentos para el dolor. El uso injustificado de antibióticos es preocupante por diversas razones: las familias están desperdiciando su dinero en medicamentos que la mayoría de las veces no es recomendable que consuman; los antibióticos son medicamentos de uso delicado, porque frecuentemente causan reacciones adversas importantes; y porque el uso inadecuado de antibióticos está provocando que las bacterias se vuelvan resistentes y provoquen así infecciones muy graves y difíciles de curar.

  • La mayoría (38%) de las reacciones adversas a los medicamentos reportadas en México se deben a medicamentos para tratar infecciones, principalmente antibióticos. Estas reacciones van desde diarrea y erupción en la piel, hasta reacciones graves.
  • Los antibióticos representan una de cada seis compras de medicamentos en farmacias privadas. El 40% de los antibióticos se compran sin prescripción médica en farmacias privadas.
  • La mitad de todas las compras de antibióticos en farmacias privadas son para pacientes con infecciones respiratorias. Sin embargo, la mayoría de estas infecciones (gripe, dolor de garganta, tos, bronquitis) son producidas por virus, por lo cual los antibióticos no sirven para curarlas.
  • Diversos estudios concluyen que entre 60% y 80% de los pacientes con infecciones respiratorias o diarrea recibe una receta de antibióticos en México. Sin embargo, ya que la mayoría de estas infecciones son causadas por virus (y no bacterias), sólo aproximadamente 10% de estos pacientes necesitarían tomar antibióticos.
  • En México recientemente se aplica una estrategia nacional para mejorar el uso de los antibióticos, como lo ha recomendado la Organización Mundial de la Salud desde hace varios años.

Automedicación y consumo de medicamentos en farmacias

En México, sólo una de cada 3 farmacias privadas cuenta con un responsable profesional, quien además no atiende de tiempo completo. Así, la mayoría de los clientes de las farmacias son atendidos por empleados ("dependientes") poco capacitados.  Esto, aunado al hecho de que la auto-prescripción es una práctica frecuente, representa un riesgo para la salud, pues las personas consumen medicamentos sin el consejo de un médico ni de un farmacéutico profesional.  Profesionalizar las farmacias y hacer cumplir la regulación son grandes retos que enfrenta México para que las farmacias dejen de ser sólo espacios de comercio, y sean parte del sistema de salud.

  • El 60% de los medicamentos que para su venta requieren receta médica son comprados sin este requisito en farmacias privadas.
  • Sólo 12% de las personas que compran medicamentos en las farmacias privadas saben que éstos pueden causar reacciones adversas o efectos indeseables.
  • Menos de un tercio de los empleados de farmacias privadas entrevistados pudieron identificar correctamente cinco antibióticos. Los empleados de farmacias frecuentemente confundieron los antibióticos con antigripales y otros medicamentos.
  • Diversos estudios señalan que más del 70% de las recomendaciones de empleados de farmacias para el tratamiento de infecciones respiratorias, diarreicas o de transmisión sexual son incorrectas.

Necesidades de Recursos Humanos:

En México hacen falta más de 30,000 Farmacéuticos para poder certificar los hospitales del Sector Salud Público y Privado; se requieren entre 3 y 5 para el turno matutino 2 en vespertino y uno en nocturno, más el personal para fines de semana, suplencias, vacaciones. Las farmacias privadas requerirán como mínimo uno e idealmente tres, uno por turno si atienden las 24 horas mas la apertura en domingos y festivos. Conforme se produzcan y la norma se ajuste el número cambiará.

La falta de estos profesionales hace crisis y no solo en México, también en estados Unidos, Canadá y Centroamérica se requieren Farmacéuticos para enfrentar retos similares a los de México.

Que tan grande es la industria farmacéutica en México.

En el transcurso del 2009, cada mexicano consumió medicamentos en 16 ocasiones, en promedio. Alrededor de 480 establecimientos localizados en México participaron en actividades de manufactura en el sector farmacéutico, ocupando a más de cuarenta mil personas y comercializando más de seis mil productos farmacéuticos.

 Cerca de 180 mil médicos se encargan de prescribir gran parte de estos medicamentos, los cuales se surtieron a través de más de 23,500 farmacias privadas y públicas en todo el país. La complejidad del sector farmacéutico se refleja tanto en su tamaño como en el conjunto de mercados relacionados, los cuales incluyen la producción, distribución y comercialización al menudeo de medicamentos.

El mercado mexicano se encuentra dentro del grupo de los siete mercados emergentes con mayor crecimiento, junto con Brasil, China e India, se estima que en los próximos años su posición relativa retrocederá ante el mayor dinamismo esperado en otros nuevos mercados emergentes.

Es un mercado de consumo predominantemente interno en el que las exportaciones representan solamente 14% del valor de la producción. En 2009, el valor de las importaciones fue tres veces mayor que el de las exportaciones.

Entre 2005 y 2009, el valor nominal de las importaciones de productos farmacéuticos aumentó 98%, mientras que el de las exportaciones creció solamente 26%, duplicándose el déficit en la balanza comercial asociado a estos productos.

El mercado de biotecnológicos ha mostrado un gran dinamismo en los últimos años y se estima que seguirá creciendo en los próximos años. En 2009, el segmento de biotecnológicos en México representó solamente 0.6% del volumen del mercado, pero 5% en términos de valor. La participación de mercado de los medicamentos biotecnológicos pasó de 3 a 5% en tan sólo cuatro años y en los últimos tres años ha mostrado un ritmo de crecimiento significativamente mayor que el resto del mercado, tanto en términos de valor como de volumen. De hecho, mientras que el volumen de ventas de los demás medicamentos se redujo en el último año, en el caso de los biotecnológicos aumentó. La complejidad asociada a estos medicamentos se refleja en su alto costo: en promedio son nueve veces más caros que los medicamentos elaborados a partir de compuestos químicos.

La venta de medicamentos:

La venta al menudeo o la dispensación al público en general es la última fase en la cadena de valor. En ella participa un gran número de distribuidores minoristas o farmacias (independientes o populares, de cadena, de tiendas de autoservicio y del sector gobierno) atomizadas en más de 23,500 puntos de dispensación en todo el país. La estructura del negocio de las farmacias ha cambiado mucho en los últimos diez años. Mientras que el menudeo en el sector privado se efectuaba predominantemente a través de farmacias pequeñas e independientes -fragmentando su poder de negociación ante los distribuidores-, en los últimos años se han consolidado varias cadenas de farmacias a nivel nacional y regional, así como la venta de medicamentos a través de tiendas de autoservicio. Actualmente se estima que 48% de las ventas totales corresponden a cadenas de farmacias, 17% a farmacias en tiendas de autoservicio, 21% a farmacias independientes y el resto a farmacias que venden medicamentos copia.

Quien paga por los medicamentos.

A diferencia de otros países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en donde el gasto en salud representa en promedio alrededor de 9% del PIB y la mayor parte del gasto en salud es financiado por el sector público, en México la inversión en salud es apenas 5.9 del PIB y 55% del gasto en salud es gasto privado, predominantemente gasto de bolsillo Esto significa que en términos relativos, México gasta menos en salud tanto como porcentaje de su riqueza como en términos per cápita, además de que la mayor parte de este gasto proviene de gasto de bolsillo de los hogares.

Lo anterior es resultado en gran medida de una subinversión pública en salud, de la segmentación del sistema de salud en México y de la falta de cobertura universal del aseguramiento médico. A su vez, esto explica por qué la compra de medicamentos se financia principalmente a través del sector privado, y en particular a través de gasto de bolsillo: de cada cien pesos, 79 se financian con recursos privados.

Dentro del sector privado, la compra por parte de hospitales y aseguradores representa sólo 3% del valor y 2% del volumen, por lo que la mayor parte del gasto privado en medicamentos se efectúa a través del gasto de bolsillo de los hogares.

En contraste con el aseguramiento médico, el gasto de bolsillo es un mecanismo ineficiente para financiar la atención médica porque impide la mancomunación de recursos para diversificar el riesgo financiero derivado del costo de atender la enfermedad. Además, es un mecanismo inequitativo de financiamiento. Limita la posibilidad de que el acceso a los servicios de salud, incluyendo medicamentos, se dé exclusivamente de acuerdo a las necesidades de salud y en cambio, la capacidad de pago de los hogares es el factor que determina el acceso. Esto rompe con un principio de equidad horizontal, al tiempo que impide distribuir recursos entre ricos y pobres, y entre sanos y enfermos rompiendo así con un principio de solidaridad (OMS 2000).

La participación del gasto en medicamentos con respecto al gasto total de bolsillo en salud es mayor entre los hogares de menores recursos. Evidencia citada por Sesma-Vázquez señala que mientras que el 10% de los hogares más pobres del país destinan más de 70% del gasto de bolsillo a medicamentos, el 10% más rico destina alrededor de 56%. De hecho, por cada hogar en el rango de mayores ingresos con gastos catastróficos atribuibles al gasto en medicamentos hay 5.4 hogares pobres en la misma condición.

En el sector público, se estima que en 2007 las compras de medicamentos del IMSS representaron 51.3% de las compras, seguidas por las de la Secretaría de Salud (incluyendo el Seguro Popular de Salud) con 27.3%, del ISSSTE con 19.8%. El 1.6% restante correspondió a otras instituciones públicas.

 

Chetumal Quintana Roo, 10 agosto de 2013.